Paganini my friend

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En su época, Niccolò Paganini fue el más asombroso y dotado violinista conocido hasta entonces. Su técnica era perfecta: dedos ágiles y un luminoso manejo del arco. Y su estilo, emotivo y fervoroso, enloquecía al público.

Nació en Génova el 27 de octubre de 1782. Niccolò Paganini fue el hijo de Antonio, un parroquiano que tocaba agradablemente el mandolín y el violín, cuya esposa era amante de la música. Antonio comenzó a enseñarle a Niccolò a tocar el mandolín a los cinco años, y el violín dos años después. Le hacía practicar a su hijo diariamente con mucha exigencia y disciplina.

En 1828, emprendió una gira por ciudades como Viena, Praga, Varsovia y Berlín lo consagró como el mejor violinista de su tiempo, capaz de extraer al instrumento músico sonidos y efectos inconcebibles.

Paganini modificó por completo la manera de tocar el violín. Cierto es que podía tocar sin esfuerzo obras consideradas prácticamente imposibles, pero fue también uno de los mayores auto promotores de la música clásica, y se presentaba así mismo ante el público como un fenómeno.

La audiencia tomaba asiento 2 horas antes de que comenzara la presentación por temor a perder sus lugares. Antes de un concierto preparaba su violín, aserrando casi por completo tres de las cuatro cuerdas. Durante la ejecución esas cuerdas se romperían, obligándolo a terminar tocando la música en una sola cuerda para pasmo del público.

Corría un rumor que había vendido su alma al diablo a cambio de su talento. Su rostro largo, delgado y cetrino, su expresión taciturna, poco menos que siniestra, sus dedos largos y huesudos, y su capa larga y negra no ayudaban mucho a disipar esos rumores.

Su estilo brillante y, en ocasiones, efectista, desarrolló de manera considerable las posibilidades técnicas del violín, explorando diversos recursos como las triples cuerdas, glissandi, pizzicati y arpegios, explotados en sus propias composiciones en las que destacan los Veinticuatro caprichos para violín solo Op. 1 (1818), seis conciertos para violín y orquesta, nueve Cuartetos para guitarra y arcos (1806-1816) y piezas como La danza de las brujas (1813) y Tarantella (1830).


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